En derribando el muro que se alzaba infinito salto por entre los escombros que se extendían bajo sus pies...volvería a caer en sus errores, volvería a romper el muro tantas veces como fuera necesario, buscaría la misma piedra para tropezar, para ahora tirarse y no caer. Ahora veía que era capaz de hacerlo.
No encontró ningún beneficio en las ausencias brindadas por su soledad, y por una vez, decidió que sería bueno juntar lo alejado, y que aunque eran polos opuestos a flor de piel comprobó que no se repelían,y la atracción inexplicable era enorme toda ella en todas sus posibles dimensiones. Los límites de la piel tendieron a cero y el roce tendió a infinito, el placer fue insoportable...los segundos intensos como milenios. Lo que otrora fue dolor, ahora era pasión dolorosa deseada, ansiada, necesitada sin medida, y nunca en el fondo pedida.
The dark side of the moon le hizo tornar al estado inverso, como en algún momento su víscera le hubiera hecho sentir con la campana tubular, momentos de vello encrespado cuando el alma y el mundo le hacían libre, y la dependencia tendía a cero. Y ese nuevo estado fue tan deseado que no le estorbó el escombro y la maleza, ni el polvo en su piel pudo ocultar su mirada, que miraba con odio extremo y amor desmedido a la vez.
Las noches y los días se sucedieron para demostrar lo irrefutable, lo que nunca pudo demostrar, lo que sintió desde un comienzo, lo que negó mil veces y mil veces lloró. Pero ahora su paso haría caer de bruces y boca a las plañideras que foguearon su llanto con gritos y desdenes. No mas miradas bajas, miradas negras, deseos infantiles, puños apretados...la tierra que ahora escapará entre sus dedos arañará y hará sangrar de verdad, y no seran compasiones ni consejos banales. Experiencia y desdén, que es lo que necesita.
Ahora! ahora sí se encontraba listo para comer y digerir lo que estaba por venir. Avanzó mil pasos, y a la llegada de la bifurcación de caminos no tuvo duda, y con sonrisa pérfida esculpida por el dolor sufrido e infringido decidió que lo mejor era tirar por...