Silencio, había ruido pero a su alrededor sólo había silencio. Incómodo silencio, estruendoso silencio, pesado silencio...no podía oír nada, no quería oír nada...no quería oírse ni verse a si mismo. Se sentía vacío, sentía un eco interior que le recordaba su perdida. Y como todo buen eco, le recordó las últimas sílabas de su vida, le recordó la paciencia que la que vino de un "Far Country" le dio otrora...
She gives me hope
When there's nothing but pain.
I can't explain it.
Two different leaves,
But the branch is the same.
Forever, let it be....
She takes the rain.
Como ocurre con un hueso roto, Stampida se resentía del dolor punzante del momento, pero temía el momento de dormir, temía el dolor que venía después, temía el momento de despertar cuando la carne que rodea la fractura adquiere su típico color macilento. Temía el dolor constante que le esperaba al día siguiente, la hiel que subiría a su boca tan pronto como tras el sueño su mente diera paso a los recuerdos. Prefería enfrentarse a una vigilia contra la que se sabía perdedor.
Y cansado de escribir, se rindió, cansado de mirar a la pared blanca se rindió, de tanto pensar se rindió, y no pudo decidió que hacer. Recordó la cala empedrada, su rincón de arena, la vigilancia constante y amable...En ese momento Stampida se sintió viejo y fatigado, lento...se rindió.
Esperó piedad del universo, pues no se merecía justicia. Y guardando sin cerrar del todo su caja del fondo del armario se sentó paciente, pero no sin esperanza.
Casualmente, como quien piensa que más allá de la lógica existe cierto azar, que se entretiene con nosotros, Stampida cambio de canal...Marge cantaba "tú eres tan hermoso para mi...."